"Nero", Grillo de Anarres

Este blog quiere ser una muestra de cariño por esos perros que tanto cariño te dan, que tanta fidelidad te prestan y que tanto te aportan (aunque algunos escépticos no se lo crean).

La foto corresponde a mi primer perro de agua español. Su nombre era, pues desgraciadamente ya no nos acompaña, Nero. Sin que este nombre tuviese nada que ver con el famoso programa de grabación Nero Burning.

Su nombre oficial, con el que estaba registrado en la Real Sociedad Canina de España, era Grillo de Anarres.

Su padre un famoso campeón, Estilo de Ubrique “Vudu”, y su madre Pilum de Anarres.

Nació el 5 de Noviembre de 2001, por tanto de signo del horóscopo Escorpio. Reconozco, aunque no se el porque, que en general las personas de signo Escorpio me “rodean”, y en este caso también mi perro.

Era de una fidelidad y un cariño enorme. Quién conozca a un perro de agua sabe que basta ausentarse de casa diez minutos, para que cuando vuelvas, te monten una fiesta como si hubieses estado fuera un siglo. Te siguen, te persiguen, están pendientes de todo lo que haces. Te acompañan y te hacen participes de sus juegos cuando estas alegres – suelen ser perros muy alegres e incansables juguetones – y te animan cuando estas desanimado.

Me encantaba pasear con el por las marisma, ver como se lanzaba al agua persiguiendo y corriendo detrás de cualquier ave, volver lleno de fango – luego había que lavarlo lógicamente – y correr entre la sapina. Llevarlo a la playa y verlo bañarse en el mar en los atardeceres del invierno gaditano, que son algo increíble, un lujo a nuestro alcance que te repone física y mentalmente para afrontar el trabajo del día siguiente.

Era un perro fuerte, juguetón, necesitaba hacer casi diariamente ejercicio físico, pues sino se ponía algo “rebotado” y te demandaba su salida.

No aconsejo tener un perro de agua en un lugar sin espacio o sin poder sacarlo con frecuencia a correr o jugar, pues no son caniches, sino perros de trabajo acostumbrados durante generaciones al pastoreo a la caza o al agua en las marismas. Aunque son muy sociables y se adaptan bien a la vida familiar, el estar excesivamente encerrado o sin espacio puede llegar a producirles, casi como a cualquiera, desequilibrios de carácter.

En definitiva, Nero fue mi primer perro de agua, me sedujo y me enamoro de esta raza tan nuestra, le guardo un especial cariño y en cierta forma es su recuerdo lo que me lleva a dedicarle este blog al Perro de Agua Español.